Un tinte de células cancerosas, nuevo aliado para los cirujanos
16/07/2007
En muchos tipos de cáncer, la precisión de la cirugía está directamente relacionada con el pronóstico del paciente. Sin embargo, hoy por hoy, la pericia y el juicio del cirujano son los únicos criterios para distinguir las células tumorales del resto de tejidos sanos durante la intervención. Un nuevo compuesto químico, capaz de iluminar las células malignas, podría poner remedio a estas carencias.
Un equipo de neurocirujanos, ingenieros y biólogos del Centro Fred Hutchinson del Cáncer y del Hospital Infantil de Seattle, ambos en EEUU, presenta esta semana en la revista 'Cancer Research' los primeros resultados en modelos animales con esta especie de 'tinte fluorescente' denominado Clorotoxina:Cy5.5.
Se trata de una combinación de clorotoxina, un componente del veneno que emplean los escorpiones para paralizar a sus víctimas, y una molécula que emite fotones de luz próximos al espectro infrarrojo (Cy5:5). Según explican en este trabajo, y después de inyectárselo a más de 50 animales con tumores cerebrales, esta combinación permite al cirujano observar con precisión las células cancerosas mientras está operando al paciente.
Una 'ayuda' adicional que no sólo permitiría extirpar los tumores limpiamente, sin dejarse células cancerosas que luego puedan propiciar una recaída, sino que permitiría incluso proteger mejor los tejidos sanos durante la operación. Un aspecto especialmente importante en el caso de los tumores cerebrales, donde las lesiones a menudo rozan áreas fundamentales.
Como recuerdan en su exposición los doctores James Olson y Mandana Veiseh, hasta el 80% de los cánceres que se originan en el cerebro suelen reaparecer en los bordes donde se extirpó el tumor original, un porcentaje que hace que sea especialmente importante 'limpiar' en el primer intento toda la lesión, sin margen de duda.
Siguientes pasos
Los resultados que se presentan en esta revista indican que, en animales, la tinción logró iluminar células malignas incluso inferiores a un milímetro de diámetro. En ratones con tumores de próstata, el método permitió captar tan sólo unos pocos cientos de células cancerosas circulando por los vasos linfáticos de los roedores, lo que lo convierte en un método 500 veces más sensible que la tradicional resonancia magnética de contraste.
De momento, los investigadores han trabajado únicamente con animales (afectados por gliomas, sarcomas, meduloblastomas, tumor de próstata y de intestino), pero aseguran que el perfil de seguridad del compuesto es tan favorable que en poco tiempo podrían solicitar permiso a las autoridades sanitarias de EEUU para comenzar los ensayos clínicos en humanos.
Como ellos mismos aclaran, la clorotoxina se había probado ya anteriormente en humanos por su capacidad para ligarse a las células tumorales del cerebro (concretamente de glioma), pero la mezcla con el 'fluorescente' nunca antes se había utilizado. Por ello, tras finalizar los experimentos realizaron una biopsia completa a cada animal para confirmar que el tinte no había provocado ninguna toxicidad en sus órganos vitales, como así fue.
Mirando a más largo plazo, Olson y su equipo auguran que el tinte podría utilizarse como herramienta diagnóstica para una gran variedad de tumores (piel, cuello del útero, esófago, colon o pulmón) e incluso para comprobar si están afectados los ganglios linfáticos en el caso de cánceres de mama, próstata o testículos.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/07/16/biociencia/1184570057.html
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